Miles de personas marcharon en Culiacán, Sinaloa, exigiendo la renuncia del gobernador Rubén Rocha Moya debido a la escalada de violencia en el estado. La marcha, que contó con la participación de al menos 10 mil personas, incluyó a mujeres, hombres, niños y niñas, quienes salieron a las calles con consignas de furia y desesperación.
Los manifestantes protestaban por la inseguridad que ha azotado varios municipios de Sinaloa, como Culiacán, Navolato, Eldorado, Cosalá, Elota, San Ignacio, Concordia y Mazatlán. Desde hace casi cinco meses, la situación de seguridad se ha intensificado con enfrentamientos entre grupos criminales del Cártel de Sinaloa, lo que ha cobrado la vida de al menos 800 personas y dejado a casi mil desaparecidos.
La marcha estuvo encabezada por las familias de las víctimas, quienes criticaron la falta de acción por parte del gobierno estatal para frenar la violencia y llevar ante la justicia a los responsables de estos crímenes. Los manifestantes corearon consignas como “¡Fuera Rocha!” y “Sacaremos a ese wey de Sinaloa”, expresando su enojo y desesperación.
Además, los manifestantes quemaron una piñata alusiva al gobernador para expresar su rechazo. La demanda central de la protesta fue la renuncia de Rocha Moya, a quien acusan de minimizar la violencia en la entidad y de tener nexos con el crimen organizado.
La violencia en Sinaloa se intensificó particularmente después de la detención en julio pasado en Estados Unidos de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y de Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, lo que provocó una pugna interna entre Los Mayos y la fracción de Los Chapitos. Esta pugna ha resultado en un aumento significativo en los asesinatos, secuestros, y desapariciones, paralizando actividades económicas y sociales en various ocasiones.
En otra manifestación en Mazatlán, familiares de personas desaparecidas exigieron acciones para localizar a sus seres queridos y seguridad para la población, también pidiendo la renuncia del gobernador. Los manifestantes en ambos lugares expresaron su frustración ante la falta de resultados de las autoridades para abordar la ola de violencia que ha dejado al menos 719 asesinatos y 858 personas privadas de la libertad hasta el 15 de enero.