Uriel Carmona Gándara, el ex fiscal general del estado de Morelos, fue removido de su cargo por el Congreso local después de una votación mayoritaria a favor de su destitución. La decisión se tomó en respuesta a una solicitud formal presentada por el Poder Ejecutivo estatal, encabezado por la gobernadora Margarita González Saravia.

Carmona Gándara había estado sujeto a varios procesos judiciales, incluyendo tres ocasiones por los delitos de obstrucción de la administración pública, encubrimiento por favorecimiento y otro delito relacionado. A pesar de haber ganado estos procesos penales y estar absuelto, estos antecedentes fueron citados como razones para su remoción.

El ex fiscal criticó el procedimiento de su destitución, calificándolo de inconstitucional y señalando que no se le dio la oportunidad de defenderse adecuadamente, violando así la garantía de audiencia. Carmona Gándara mencionó que se enteró de la decisión del Congreso a través de los medios de comunicación y no por notificación oficial.

Además, Carmona Gándara había generado controversia al pedir el desafuero del diputado federal Cuauhtémoc Blanco, lo que podría haber influido en la decisión del Congreso. El ex fiscal expresó su satisfacción con el trabajo realizado durante su mandato y dejó abierta la posibilidad de impugnar la decisión judicialmente. También considera continuar su carrera como abogado y notario, aunque espera no enfrentar persecución política.