La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha alcanzado un acuerdo crucial con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tiene implicaciones significativas para ambos países.
México se comprometió a enviar más de 10,000 soldados de la Guardia Nacional a la frontera norte para combatir el tráfico de fentanilo y la migración irregular. Este despliegue militar es parte de un acuerdo que evita, al menos por un mes, la implementación de aranceles del 25% sobre los bienes mexicanos que ingresan a Estados Unidos, una medida que Trump había esgrimido como coacción para que México y Canadá frenaran estos flujos[1][3][4].
Sheinbaum destacó que el acuerdo no solo se centra en la seguridad de la frontera, sino también en la cooperación para controlar el tráfico de armas de alto poder desde Estados Unidos hacia México. La presidenta mexicana enfatizó la necesidad de que Estados Unidos investigue y controle la entrada de estas armas, las cuales han sido utilizadas por cárteles y han causado significativa violencia en México[1][3].
Además, se estableció un grupo de trabajo entre México, Estados Unidos y Canadá para abordar temas de seguridad y comercio. Este grupo buscará disminuir el consumo y la distribución de fentanilo, así como otros aspectos relacionados con la seguridad en la región[1][3].
El acuerdo ha sido visto como una medida benéfica para México, ya que refuerza la seguridad en estados clave del norte, como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Sheinbaum expresó su esperanza de que este despliegue militar mitigue la violencia en la frontera y otras regiones del país[1][4].
La pausa en la implementación de los aranceles se extenderá hasta el 4 de marzo, un plazo durante el cual se llevarán a cabo negociaciones para buscar un acuerdo más permanente y beneficioso para ambas naciones[1][3].