La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió vigorosamente a las recientes medidas arancelarias impuestas por el gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump. Sheinbaum rechazó categóricamente las acusaciones de la Casa Blanca que sugieren vínculos entre el gobierno mexicano y organizaciones criminales.
Sheinbaum anunció que México implementará medidas arancelarias y no arancelarias en represalia por el arancel del 25% impuesto a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. Estas medidas forman parte de un Plan B que ha sido desarrollado por el gobierno mexicano para enfrentar la guerra arancelaria iniciada por Trump.
La presidenta mexicana enfatizó que las acusaciones de la Casa Blanca son calumniosas y señaló que, si existe alguna alianza con grupos criminales, es en las armerías de Estados Unidos que venden armas de alto poder a estos grupos. Sheinbaum citó un informe del departamento de justicia de Estados Unidos que indica que el 74% de las armas utilizadas por la delincuencia organizada en México provienen ilegalmente de la industria militar estadounidense.
Sheinbaum también criticó la falta de acción del gobierno de Estados Unidos para combatir el consumo de fentanilo en su propio territorio, sugiriendo que deberían enfocarse en combatir la venta de estupefacientes en las calles de sus principales ciudades y en investigar el lavado de dinero relacionado con estas actividades ilegales.
Además, Sheinbaum destacó los esfuerzos de su gobierno en la lucha contra el narcotráfico, mencionando la incautación de más de 40 toneladas de drogas, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo, y la detención de más de 10,000 personas vinculadas a grupos delictivos.
Sheinbaum insistió en que México no busca la confrontación, sino la colaboración y el diálogo con Estados Unidos, y propuso establecer una mesa de trabajo conjunta para abordar los problemas de seguridad y salud pública de manera integral y respetuosa de la soberanía de ambos países.