En el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, dos policías fueron dados de baja después de que se descubrió su involucramiento en un incidente de violencia reciente. Los policías, identificados como Rogelio y Jonathan, fueron despedidos por mentir sobre su presencia en la zona donde ocurrió un asesinato.

El incidente ocurrió la tarde del lunes en la Zona de los Callejones, a solo 600 metros de la Presidencia municipal. Un hombre fue ejecutado a bordo de su automóvil, un Mitsubishi Lancer en color blanco, después de una persecución entre dos vehículos.

La investigación reveló que los policías no estaban en el lugar asignado para vigilancia y mintieron al decir que habían ido a un taller mecánico. Se sospecha que estos policías pueden estar coludidos con un grupo de la delincuencia organizada.

El alcalde, Mauricio Fernández, confirmó que los policías fueron notificados de su baja y turnados al Ministerio Público para rendir su declaración. La Fiscalía investigará si estuvieron implicados en el hecho violento.

Desde el inicio de la administración, 35 elementos de la policía han sido dados de baja por su vinculación con casos de corrupción o grupos de la delincuencia. La corporación de seguridad, que cuenta con 605 elementos, será sometida a pruebas de confianza para una depuración.

La destitución de estos policías es parte de las medidas para combatir la corrupción y garantizar la seguridad en San Pedro Garza García. El alcalde insistió en que no se tolerará la corrupción y se trabajarán constantemente en la confianza del policía y la seguridad de la comunidad[2][4][5].