El volcán Sundhnúkagígar, ubicado en el suroeste de Islandia, entró en erupción el martes 2 de abril de 2025, marcando su octava explosión desde 2023. La erupción inició con una fisura eruptiva de 700 metros que se extendió hasta alcanzar los 1,200 metros en pocas horas. Hacia las 11:00 horas locales, se abrió una nueva fisura dentro de las barreras protectoras al norte del pueblo pesquero de Grindavik.

La actividad volcánica obligó a la evacuación de Grindavik, aunque algunas personas se negaron a abandonar sus hogares. El comisario de policía Ulfar Ludviksson confirmó que entre siete y ocho casas aún están ocupadas en la zona de riesgo.

Debido a la erupción, el famoso spa Blue Lagoon cerró temporalmente. La última erupción del Sundhnúkagígar ocurrió en noviembre de 2023, siendo la séptima en un año. La actividad volcánica en la región se intensificó en marzo de 2021, después de 800 años de inactividad en los volcanes de Islandia.

La mayoría de los 4,000 habitantes de Grindavik fueron evacuados desde finales de 2023, y casi todas las viviendas fueron vendidas al Estado, dejando solo 40 casas ocupadas.

Islandia cuenta con 33 sistemas volcánicos activos, más que cualquier otro país en Europa, debido a su ubicación sobre la dorsal mesoatlántica, una falla tectónica que separa las placas euroasiática y norteamericana, lo que provoca frecuentes terremotos y erupciones volcánicas.

La erupción también fue precedida por un enjambre sísmico con hasta 200 temblores y la activación de un flujo de magma subterráneo. Bajo la superficie, el magma se reparte por unos once kilómetros, una longitud inédita desde noviembre de 2023.

Hasta el momento, no se han reportado víctimas debido a la erupción. Las autoridades han exhortado a los ciudadanos a irse ante la posibilidad de que la amenaza sea mayor a la de otros fenómenos recientes. Islandia ha experimentado 11 erupciones al sur de Reikiavik desde 2021.