La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que México cumplirá con el Tratado de Aguas de 1944, aunque lo hará poco a poco . Este tratado, firmado el 3 de febrero de 1944 y entrado en vigor en 1945, regula el uso y distribución de los recursos hídricos de los ríos Colorado, Bravo y Tijuana entre México y Estados Unidos.
México está obligado a entregar a Estados Unidos un mínimo de 431.7 millones de metros cúbicos (Mm³) de agua anuales del Río Bravo, contabilizados en ciclos de cinco años, lo que suma aproximadamente 2,158 Mm³ quinquenales. A cambio, Estados Unidos debe entregar a México 1,850 millones de Mm³ anuales del Río Colorado.
Sheinbaum mencionó que hay negociaciones en curso con el gobierno de los Estados Unidos a través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) para abordar el cumplimiento del tratado, especialmente considerando la sequía que afecta a los estados del norte de México. Se están trabajando apoyos especiales para estados como Sonora y Coahuila, que aportan agua para cumplir con este compromiso internacional.
Aunque la sequía y otros factores climáticos han complicado el cumplimiento del tratado, el gobierno mexicano reitera su compromiso de mantener los trasvases de agua de manera inmediata para no incumplir con las obligaciones establecidas[2][3][5].